miércoles, 8 de septiembre de 2010

El alma, la palabra y la boñiga.


En latín, del cual soy ignorante, imago ánimi sermo est significa "La palabra es la imagen del alma".
¿Cómo tendrá su ánima el verborreíco héroe de las mil deposiciones líquidas cuando lo que exhala es obscenidad, vulgaridad?
Debe ser como el retrato de "Dorian Gray", al final de la novela... decrépita o la última palabra de "El Coronel no tiene quien le escriba".

Como la inteligencia es lingüística, ergo, su inteligencia es boñiga.

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